Cuando era chiquita me contaban historias de princesas, que siempre tenían un final feliz, se casaban con el príncipe que si las amaba y vivían en un castillo, siempre contentas. Hoy me di cuenta que nada es así, nada tiene un final feliz, ningún "príncipe" dice te amo encerio y entonces ya no hay princesas... Se que duele no saber que la vida es un cuento con un final feliz, se lo que duele ver que tu supuesto príncipe cambie de princesa, se lo que se sufre; por eso ya no creo en los cuentos, ni en príncipes ni princesas.